Archive for the ‘arte’ Category
Crossroads (what to do)
Vivimos rodeados de pantallas. Lisas, brillantes y absolutamente hipnóticas, la pantallas se han convertido en las prótesis que nos mantienen conectados al flujo de información que nos rodea. Donde quiera que vayamos, las pantallas nos acompañan. De hecho, todas nuestras máquinas son, de un modo u otro, pantallas.
Tal vez por eso, tal vez por su enorme potencial icónico, cuando me he encontrado con Crossroads (what to do), la pieza de Garvin Nolte que abre este post, no he podido resistirme. Este recorrido por Berlín, guiado por 25 navegadores GPS, resulta tan metafórico, que da un poco de miedo…
Lo contaba Paloma en Uncovering Ctrl.
Immersion
Immersion es una colección de 75 retratos realizados por Robbie Cooper a niños y adolescentes mientras juegan con videojuegos como Grand Theft Auto, Call of Duty o Tekken. Las imágenes fueron captadas con ayuda de un dispositivo llamado Interrotron, que permite fotografiarlos directamente sin que en ningún momento dejen de mirar a la pantalla. A pesar de la variedad de sus expresiones (furia, alegría, indiferencia…) todas las imágenes muestran una altísima concentración.
Immersión surge a partir de Alter Ego, un trabajo anterior de Cooper, que retrata a jugadores de Second Life, World of Warcraft y otros MMORPG, junto a los avatares que los representan en estos metaversos. Mientras se documentaba para este proyecto, Cooper quedó fascinado por el modo en el que los jugadores fijaban su mirada en la pantalla. Absortos, casi sin parpadear, los jugadores pasaban horas recorriendo esos universos virtuales.
Como ellos, los niños que retrata Cooper, están perdidos en algún lugar muy lejano. Permanecen sentados ante nosotros, pero sin embargo, ya no están aquí. ¿Qué encontrarán al otro lado del espejo? ¿Quién les aguarda en el País de las Maravillas?
Jeff Koons Must Die!!
Jeff Koons Must Die!!! es un arcade, que por solo veinticinco centavos nos permite destruir la obra de Jeff Koons y al parecer, también al propio Koons. El juego es un «first person shooter», que nos sitúa en una retrospectiva del artista armados con un bazoka. De cuando en cuando, detrás de algunas de las piezas, aparece el propio Koons o en su defecto, unas tipas que por su aspecto podrían ser galeristas, directoras de museo o algo similar. Todos van armados con bazokas similares al nuestro. A partir de entonces quien dispara primero gana.
Como puede verse en el vídeo, el juego no ofrece un aspecto muy sofisticado. Sin embargo, a pesar de su apariencia poligonal, la diversión está asegurada. Espero ansioso nuevas versiones protagonizadas por Hirst, Paul McCarthy o el pesado de Murakami.
El autor es Hunter Jonakin.
Born in 1959
En marzo 2009 se cumplieron 50 años desde que Ruth Handler diseñara la primera muñeca Barbie. Para celebrarlo, Mattel decidió invitar a más de 300 celebridades a una gran fiesta en una mansión de Malibú en la que se recreaba cada detalle del universo Barbie. Aunque es evidente que un lugar así puede ser la viva imagen del infierno, más allá de su retórica kitsch, ese pequeño mundo de plástico rosa resulta fascinante. En él cada persona y cada cosa ocupan el lugar que les corresponde. Un mundo feliz. Literalmente, La vie en rose.
Pero, ¿qué pasaría si, como nosotros, Barbie se viera afectada por el inexorable paso de los días? ¿Qué ocurriría si, por una vez, el plástico se convirtiera en carne arrugada y llena de michelines? Esta fue la propuesta a partir de la cual Kristyna Milde, creó su serie 1959, un interesante recorrido por los misterios de la transmutación de la carne.
En una entrevista publicada en el blog Estética y Dirección de Arte, la propia artista explica a Natalia Liquiñano el sentido de su trabajo:
» . .. decidí enfrentar la imagen idealizada de Barbie, estandarte del éxito del consumismo, con la realidad del día a día.
Me pregunté a mí misma cómo sería ese personaje, que vive la vida del “consumidor perfecto”, en la cincuentena. Me centré en la brecha existente entre el sueño, el ideal prefabricado del consumismo, y el verdadero proceso de envejecimiento y deterioro. Hay una foto en esta serie,1959, en la que Barbie aparece en su apartamento, celebrando su cumpleaños con un enorme pastel. En mi visión no parece Cenicienta, sino más bien la mujer de mediana edad que realmente se supone que debería ser. La realidad de la vida ha transformado su cuerpo. Es compradora compulsiva e híper-consumidora de rebajas o saldos y del espectáculo mediático. Mientras va obedeciendo las normas del perfecto consumidor se va convirtiendo también en un personaje absurdo, que cumple con el imperativo de la diversión.»
No termino de compartir las palabras de Kristyna Milde. Personalmente, esta Barbie cincuentona y obesa no me parece un personaje absurdo. Al contrario, me reconozco en sus michelines, en su consumismo compulsivo y en la neurosis que apenas disimula. Todos, de algún modo somos como ella. Carne mortal, más o menos arrugada. Comparada con la odiosa Barbie adolescente, su cuerpo hinchado y su soledad resultan llenos de misterio.
Malevitch no está muerto, vive en Barcelona
© Nicolas Malevitch
Imaginemos que Malevitch tuviera hoy 36 años, viviera en Barcelona y se encontrara a las puertas del suprematismo. ¿Cómo lo abordaría? ¿Dónde y cómo situaría sus intervenciones?…
A partir de esta idea Michel Goday desarrolla Remember Kasimir, un proyecto que mediante acciones de guerrilla, instalaciones y una buena dosis de storytelling, nos ayuda a reinterpretar el pensamiento y la obra de Malevitch, el más radical de los artistas rusos.
Muchos años después de su muerte, Malevitch continua siendo incómodo. Como en la Rusia de los años 30, sus planteamientos chocan contra una estética dominada por la vanalidad y la propaganda. A decir verdad, no auguro nada bueno para este Malevitch barcelonés, que más pronto que tarde se verá relegado a la soledad y puede que hasta a la cola del INEM.
Archivos Colectivos
Archivos Colectivos es un proyecto de Nekane Aramburu que ofrece un recorrido por la historia de los espacios independientes y de los colectivos artistícos españoles entre los años 80 y la actualidad.
Además de un exhaustivo listado de espacios y colectivos, desde Estrujenbank al Circo Interior Bruto pasando por Zemos98, CRUCE o Fast Food, Archivos Colectivos ofrece una completa selección biblográfica, entrevistas a algunos de los protagonistas y otros documentos de interés. Sin embargo, más allá de su aspecto documental, lo más relevante del proyecto es como reflexiona acerca de la evolución de los modelos alternativos de gestión cultural, cuando se carecía casi por completo de infraestructuras y modelos institucionales. En un momento como el actual, en el que la crisis y el papanatismo asfixian la creación y la gestión cultural, parece oportuno revisar estas propuestas.
Archivos Colectivos es un proyecto realizado con la ayuda del Ministerio de Cultura.
Mundos Recesivos
José Luis Viñas, además de un buen amigo, es un artista singular que vive y trabaja en un pueblo perdido de Castilla. Desde allí retrata algunas de las comarcas más apartadas de la geografía ibérica, fotografiando construcciones y vehículos abandonados que el imagina habitados por locos, resistentes y fantasmas. Seres casi invisibles, tenaces como termitas, que describe a través de un relato y un dibujo.
Ahora, José Luis muestra algunos de esos trabajos en Mundos Recesivos, una exposición formada por 10 obras sobre papel y un pequeño espacio de documentación que recoge algunas de las fuentes de su trabajo. Se trata de imágenes y textos sin imposturas, que recorren nuestra identidad fijando la mirada allí donde casi nadie mira.
Mundos Recesivos puede visitarse hasta el próximo 29 de enero en CRUCE.
E1000ink en Vallecas
Gracias a Escrito en la Pared y a El Mejillón Suicida he descubierto los trabajos de E1000ink en las medianeras resultantes de la demolición de las Colonias de San Francisco Javier y Nuestra Señora de los Ángeles, en la calle Puerto de la Bonaigua, esquina con la Avenida San Diego, justo al lado de las chimeneas de la nueva central térmica que el alcalde Gallardón ha regalado a los vallecanos.
Ruinas y chimeneas son parte del Ecobarrio del Puente de Vallecas, un polémico proyecto del Ayuntamiento de Madrid consistente en la construcción de 13 promociones de vivienda pública, que compartirán una sola centralización de calderas de biomasa. En teoría, esto supondrá una reducción de las emisiones de CO2. Sin embargo, los vallecanos, rebeldes por naturaleza, no se fían de las promesas de Ruiz-Gallardón y no terminan de entender que demonios pinta una central térmica con chimeneas de 42 metros de altura, en mitad del barrio. Tampoco entienden porque, las familias que vivían en las casas demolidas, tras pagar un alquiler a la EMVS, durante más de 40 años, en lugar de recibir las escrituras de las viviendas, han sido desahuciadas o realojadas a cambio de nuevos pagos. Yo, que me crié junto a esas casas, tampoco lo entiendo.
Para más y mejor información os recomiendo visitar VKSierras.
Casi todas las fotos son de El Mejillón Suicida, aunque también hay algunas mías.
Wanda Raimundi Ortiz: Ask Chuleta
Chuleta es el seudónimo de Wanda Raimundi Ortiz, una artista que vive y trabaja en el Bronx y que hasta el próximo día 9 de enero nos ofrece su lúcida visión del mundo del arte en Manifesta 8, la Bienal de Arte Contemporáneo Europea que este año se celebra en Murcia.
Desde hace algún tiempo, Chuleta hace vídeos en los que, con un maravilloso acento latino, explica a quien quiera escucharla que demonios es la postmodernidad, cual es el papel del curator dentro del sistema del arte contemporáneo o que significan conceptos tan odiosos como «white cube» o «Bienal». Algo así como una mezcla entre el videoblog de Isasaweis y las opiniones de Robert Hughes.
En sus lecciones, Chuleta dice verdades como puños. Reflexiones cargadas de sentido común que reivindican el protagonismo cultural de quienes no suelen tener espacio en el elitista mundo del arte contemporáneo… ¡¡Pura vida!!
Censura: Blu y el MOCA de Los Angeles.
El pasado mes de noviembre, el MOCA, invitó a Blu a pintar la fachada norte de The Geffen Contemporary, el edificio que en abril de 2011 acojerá Art in the Streets, una exposición que revisará la evolución del arte urbano desde los años 70 hasta hoy.
Blu se desplazó hasta Los Angeles y tal como había acordado con Jeffrey Deitch, flamante director del MOCA, el día 8 de diciembre comenzó a pintar. Después de seis días de trabajo, el mural mostraba una hilera de más de 20 ataudes cubiertos por enormes billetes de un dólar. Personalmente, el mural me parece bastante flojo. Demasiado literal y sin la complejidad de sus mejores piezas.
Sin embargo, al margen del mural en sí, lo verdaderamente importante del caso, es que de un día para otro y sin previo aviso, dos operarios del museo taparon con pintura blanca los ataudes que Blu había pintado. Como era de esperar, la polémica saltó inmediatamente a los blogs, y desde ellos, a los medios de comunicación. La palabra CENSURA comenzó a circular como la pólvora.
Aunque en un primer momento, desde el museo se evitó cualquier explicación, posteriormente, abrumados por las circunstancias, declararon que consideraban que el mural podía resultar ofensivo para el hospital de veteranos de guerra situado frente a él. Por su parte, Blu en un email a Los Angeles Times, decía:
«Es censura casi convertida en auto-censura, cuando me pidieron que estuviese de acuerdo abiertamente con su decisión de borrar el mural. En la Unión Soviética lo llamaban autocrítica.»
A medida que ha ido creciendo la polémica, el tema ha ido adquiriendo los más variados matices. Desde las declaraciones de Deitch, que interpretan lo ocurrido como una muestra de su criterio curatorial, al vergonzoso silencio de la mayoría de los popes del arte urbano. Pero, al margen de estas y otras consideraciones, quizás lo más llamativo, es como esta situación evidencia algunos de los contrasentidos que rodean la obstinación de museos y otras instituciones por mostrar arte urbano. Una obstinación que choca sistemáticamente con la propia naturaleza de este tipo de propuestas y que parece más relacionada con un intento de legitimar su función y adaptarse a los tiempos, que con un verdadero interés por el arte urbano.
A mí me lo contó Remedios. Si quieres saber más, lo explican con todo lujo de detalles en Escrito en la pared y en Hiperallergic.