Publicidad personalizada: Future is now

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Todos conocemos la escena. Tom Cruise avanza nervioso por un pasillo del metro mientras cientos de pequeños dispositivos registran cada movimiento de sus pupilas. A cada paso, mensajes publicitarios de todo tipo reclaman su atención llamándole directamente por su nombre: “The road you’re on, John Anderton”, “ John Anderton, you could use a Guinness right about now! ”, “ John Arderton. Forget your troubles”… Anderton/ Cruise, a pesar de estar huyendo a toda prisa, no puede evitar volver la mirada hacía cada llamada.
Minority Report, como otras disutopías similares, dibujaba un mundo repleto de mensajes en el que sin embargo, la comunicación resultaba impracticable. Un universo de signos en el que cada anuncio nos llama con la familiaridad de un amigo y que al parecer podría no ser tan lejano. Vía Enrique Dans, descubro que la utilización publicitaria de sistemas de medición de audiencia basados en reconocimiento facial (como TruMedia o Wututu), nos sitúan a las puertas de esta publicidad híper segmentada.
Estos sistemas son capaces de identificar características corporales de las personas que se encuentran a su alcance, como la edad o el sexo y emitir publicidad ajustada a los perfiles predominantes. Así, el sistema emitirá anuncios de Tampax si detecta un grupo formado mayoritariamente por mujeres y juguetes si predominan los niños.

No hace falta ser demasiado perspicaz para imaginar las posibilidades de estos sistemas si más allá de nuestras características fisonómicas introdujeran en sus algoritmos también otro tipo de datos. Como en la propia Minority Report, el cruce de estas tecnologías con datos como nuestros últimas búsquedas en Google, nuestros contactos en Facebook o los cargos más recientes de nuestra tarjeta de crédito, podrían crear una publicidad híper personalizada. Una publicidad capaz de anticiparse al menor de nuestros deseos.

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